miércoles, 28 de enero de 2015

Búsqueda de una Mente Con Conciencia


Siempre desde que he tenido uso de razón, he tenido diferentes cuestiones respecto al mundo, el universo, Dios, la muerte y en especial la vida, cosa que me llamaba la atención y que por mucho tiempo me cuestioné el porqué de que este aquí, precisamente en este país, en esta ciudad, en esta familia y que precisamente conozca mucha gente, que algunos se quedan otros se van otros volverán dentro de unos años, pero siempre me cuestioné el por qué estoy vivo, y el para qué, o que misión tenía en este planeta.

Desde muy pequeño tuve la noción de haber vida en otro planeta y me causaba curiosidad el saber cómo eran, y si de casualidad algún día me encontraría con ellos, de hecho por alguna razón sigo esperando ese hecho, no sé si estaré o no preparado para ello; durante muchas de estas preguntas llegue a un momento de mi vida donde me crucé con el ateísmo, pero sentí miedo, pero ¿miedo de que? De que en algún momento de mi vida llegaran a pasarme a lista y me dijeran: mira hiciste esto, esto y lo otro explica por qué, (nótese la influencia católica que tenía en mi casa y el resto de personas que me rodeaban) llego un momento en donde la secundaria me enfrente con ideologías políticas y filosóficas trascendentales, y me seguía cuestionando sobre los acontecimiento y él porque del porque y del porqué, una vez escuche a un gran maestro decirme: “no te estoy pidiendo que me creas, pero sí que compruebes, eh de ahí el verdadero conocimiento” tuve problemas para conectarme con migo mismo, y los mismos inconvenientes que cualquier ser humano común y corriente en su época de pre adolescencia y adolescencia tiene; pero sin embargo logre hacer algo que muy pocos tiene  el placer de decirlo y de hacerlo sentir como suyo y es el camino de encontrar las cosas por sí mismo y tener la autoridad tanto moral como mental de decidir que aceptar y que rechazar.

Por eso es que ahora me reúno con ustedes y pregunto: ¿estamos acaso sentenciados a vivir bajo normas y derechos establecidos desde un comienzo de nuestra existencia? ¿Tenemos el control social y moral de nuestras vidas? ¿Somos capaces de entender hasta donde queremos llegar y de donde hemos venido? ¿Somos tan inteligentes como para comprender el significado de las cosas que nos rodean, la verdadera comunicación con nuestro yo interno, la divina madre tierra y todos los seres que habitan nuestro planeta? ¿Estamos preparados para sobreponer las tenencias mortales y del bajo mundo para buscar las que nos realizaran como personas y nos harán alcanzar un nivel de conciencia óptimo?    

Estamos en el mundo pero no debemos ser del mundo, tenemos que trabajar, pagar la renta, los servicios básicos y muchas de otras cosas que a diario y millones de personas en el mundo nos toca hacer, es imposible alejarnos del material mundano, pero hay espacios donde podemos estar en paz y tranquilidad con los seres internos y externos que nos habitan el templo de nuestro cuerpo, ir a un parque, ir a un manantial, hacer caminatas al aire libre, son programas tanto ecológicos como en concordancia con la naturaleza que nos harán sentir en paz y en armonía con las grandes melodías del universo. Eres tu quien tiene el poder de hacer esos caminos paralelos, de tomar el sendero que más te favorezca, eres tu quien decide martirizarte o hacerte la vida más amena; si te decidiste por algo que para la mayoría de la población humana está mal y tú sentías que era lo mejor, lúchalo, esquiva o sobrepasa esos obstáculos, da a entender y demostrar que el dueño de cambiar el futuro de tu existencia eres tú mismo y nadie más; vendrán algunos a darte consejos, tu veras si los tomas o los dejas, vendrán otros a manejarte la vida, tu veras si los dejas o si decides manejarla por ti mismo, todo es cuestión de decisiones y de hacer de esa decisión la mejor posible.

Buscar ese ser interno no es complicado, pero si un trabajo arduo, es constante, es de verdaderos dioses, es de hacer lo impensable y de lograr lo inimaginable; trabajo duro y diario, pero es imposible hacerlo solo, todo sacerdote necesita su sacerdotisa, todo lado oscuro necesita su lado claro, todo héroe necesita un villano, todo día necesita su respectiva noche, todos necesitamos esa contra parte; por eso es que no debes alejarte del mundo, necesitas el mundo para pulirte, necesitas ver tus defectos en otros para reconocerlos, y más aun, necesitas reconocer al que necesita ayuda, necesitas del otro, de la ayuda al ser amado y del desconocido, porque sólo nunca podrás elevar el sentido de conciencia.

Vive para ti mismo y encontraras soledad, ayuda a los demás y encontraras paz, se solidario, amable y comparte, es tan fácil como que no es Amén sino más bien amen, el que tenga ojos q vea y el que tenga oídos q escuche, lo decía el gran sacerdote y maestro que logro en entrada la era de picis alcanzar los más altos niveles de conciencia; busca a los demás para encontrarte a ti mismo y trata de que los demás te busquen a ti como ayuda, como refugio, el placer más grande de la vida es dar vida, ser seres creadores de palabras generadoras de fuentes de calor, ser autónomos y didácticos frente a las adversidades; el amor al prójimo es lo único a lo que el ser amado le es grato, pero, ¿cómo es posible dar amor si ni siquiera te amas a ti mismo? Date un espacio en tu vida para la reflexión y el recogimiento, invita a tu pareja y haz el camino justo con ella, no abandones las olvidadas enseñanzas, y remóntate a esos viejos maestros, líderes en la reconstrucción del ser y de la conciencia para tener un camino de paz y armonía hacia la luz de tu corazón; sueña en grande y piensa en grande, muchos confundimos este término en tener lo mejor, en vivir mejor, en estar mejor que los demás, y se nos olvida que no es vivir mejor que, sino, vivir bien, en este mundo de consumo, de perdida de la conciencia y de la autoridad moral, el tener el mejor apartamento, la mejor mujer o el mejor hombre, el tener el mejor empleo, el mejor televisor, el mejor full equipo, full internet, full videojuegos, es lo que nos tiene en quiebra espiritualmente; no es ser conformistas, no, jamás, sino amarse y concordar con los demás, amar a los demás y desear lo mejor a los demás, pensar en grande y soñar en grande no es tener el mejor apartamento, sino aspirar a ser el mejor estudiante en las ciencias ocultas de nuestro ser, ser el mejor en dar y ser el mejor en buscar la verdad y el yo interior; a eso es a lo que debemos aspirar.

Recuerda: nunca dejes de mirar hacia atrás, ni tampoco hacia adelante, hacia atrás para no volver a caer en el error, y adelante para tener tu meta presente y encontrarla cada día; mira al cielo, mira tu mano y dime ¿en que se parecen?

Paz inverencial.

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