Siempre desde que he tenido uso
de razón, he tenido diferentes cuestiones respecto al mundo, el universo, Dios,
la muerte y en especial la vida, cosa que me llamaba la atención y que por
mucho tiempo me cuestioné el porqué de que este aquí, precisamente en este país,
en esta ciudad, en esta familia y que precisamente conozca mucha gente, que
algunos se quedan otros se van otros volverán dentro de unos años, pero siempre
me cuestioné el por qué estoy vivo, y el para qué, o que misión tenía en este
planeta.
Desde muy pequeño tuve la noción
de haber vida en otro planeta y me causaba curiosidad el saber cómo eran, y si
de casualidad algún día me encontraría con ellos, de hecho por alguna razón sigo
esperando ese hecho, no sé si estaré o no preparado para ello; durante muchas
de estas preguntas llegue a un momento de mi vida donde me crucé con el ateísmo,
pero sentí miedo, pero ¿miedo de que? De que en algún momento de mi vida
llegaran a pasarme a lista y me dijeran: mira hiciste esto, esto y lo otro
explica por qué, (nótese la influencia católica que tenía en mi casa y el resto
de personas que me rodeaban) llego un momento en donde la secundaria me
enfrente con ideologías políticas y filosóficas trascendentales, y me seguía cuestionando
sobre los acontecimiento y él porque del porque y del porqué, una vez escuche a
un gran maestro decirme: “no te estoy pidiendo que me creas, pero sí que
compruebes, eh de ahí el verdadero conocimiento” tuve problemas para conectarme
con migo mismo, y los mismos inconvenientes que cualquier ser humano común y
corriente en su época de pre adolescencia y adolescencia tiene; pero sin embargo
logre hacer algo que muy pocos tiene el
placer de decirlo y de hacerlo sentir como suyo y es el camino de encontrar las
cosas por sí mismo y tener la autoridad tanto moral como mental de decidir que
aceptar y que rechazar.
Por eso es que ahora me reúno con
ustedes y pregunto: ¿estamos acaso sentenciados a vivir bajo normas y derechos
establecidos desde un comienzo de nuestra existencia? ¿Tenemos el control
social y moral de nuestras vidas? ¿Somos capaces de entender hasta donde
queremos llegar y de donde hemos venido? ¿Somos tan inteligentes como para
comprender el significado de las cosas que nos rodean, la verdadera comunicación
con nuestro yo interno, la divina madre tierra y todos los seres que habitan
nuestro planeta? ¿Estamos preparados para sobreponer las tenencias mortales y
del bajo mundo para buscar las que nos realizaran como personas y nos harán alcanzar
un nivel de conciencia óptimo?
Estamos en el mundo pero no
debemos ser del mundo, tenemos que trabajar, pagar la renta, los servicios básicos
y muchas de otras cosas que a diario y millones de personas en el mundo nos
toca hacer, es imposible alejarnos del material mundano, pero hay espacios
donde podemos estar en paz y tranquilidad con los seres internos y externos que
nos habitan el templo de nuestro cuerpo, ir a un parque, ir a un manantial,
hacer caminatas al aire libre, son programas tanto ecológicos como en
concordancia con la naturaleza que nos harán sentir en paz y en armonía con las
grandes melodías del universo. Eres tu quien tiene el poder de hacer esos
caminos paralelos, de tomar el sendero que más te favorezca, eres tu quien
decide martirizarte o hacerte la vida más amena; si te decidiste por algo que
para la mayoría de la población humana está mal y tú sentías que era lo mejor, lúchalo,
esquiva o sobrepasa esos obstáculos, da a entender y demostrar que el dueño de
cambiar el futuro de tu existencia eres tú mismo y nadie más; vendrán algunos a
darte consejos, tu veras si los tomas o los dejas, vendrán otros a manejarte la
vida, tu veras si los dejas o si decides manejarla por ti mismo, todo es cuestión
de decisiones y de hacer de esa decisión la mejor posible.
Buscar ese ser interno no es
complicado, pero si un trabajo arduo, es constante, es de verdaderos dioses, es
de hacer lo impensable y de lograr lo inimaginable; trabajo duro y diario, pero
es imposible hacerlo solo, todo sacerdote necesita su sacerdotisa, todo lado oscuro
necesita su lado claro, todo héroe necesita un villano, todo día necesita su
respectiva noche, todos necesitamos esa contra parte; por eso es que no debes
alejarte del mundo, necesitas el mundo para pulirte, necesitas ver tus defectos
en otros para reconocerlos, y más aun, necesitas reconocer al que necesita
ayuda, necesitas del otro, de la ayuda al ser amado y del desconocido, porque
sólo nunca podrás elevar el sentido de conciencia.
Vive para ti mismo y encontraras
soledad, ayuda a los demás y encontraras paz, se solidario, amable y comparte,
es tan fácil como que no es Amén sino más bien amen, el que tenga ojos q vea y
el que tenga oídos q escuche, lo decía el gran sacerdote y maestro que logro en
entrada la era de picis alcanzar los más altos niveles de conciencia; busca a
los demás para encontrarte a ti mismo y trata de que los demás te busquen a ti
como ayuda, como refugio, el placer más grande de la vida es dar vida, ser
seres creadores de palabras generadoras de fuentes de calor, ser autónomos y didácticos
frente a las adversidades; el amor al prójimo es lo único a lo que el ser amado
le es grato, pero, ¿cómo es posible dar amor si ni siquiera te amas a ti mismo?
Date un espacio en tu vida para la reflexión y el recogimiento, invita a tu
pareja y haz el camino justo con ella, no abandones las olvidadas enseñanzas, y
remóntate a esos viejos maestros, líderes en la reconstrucción del ser y de la
conciencia para tener un camino de paz y armonía hacia la luz de tu corazón;
sueña en grande y piensa en grande, muchos confundimos este término en tener lo
mejor, en vivir mejor, en estar mejor que los demás, y se nos olvida que no es
vivir mejor que, sino, vivir bien, en este mundo de consumo, de perdida de la
conciencia y de la autoridad moral, el tener el mejor apartamento, la mejor
mujer o el mejor hombre, el tener el mejor empleo, el mejor televisor, el mejor
full equipo, full internet, full videojuegos, es lo que nos tiene en quiebra
espiritualmente; no es ser conformistas, no, jamás, sino amarse y concordar con
los demás, amar a los demás y desear lo mejor a los demás, pensar en grande y
soñar en grande no es tener el mejor apartamento, sino aspirar a ser el mejor
estudiante en las ciencias ocultas de nuestro ser, ser el mejor en dar y ser el
mejor en buscar la verdad y el yo interior; a eso es a lo que debemos aspirar.
Recuerda: nunca dejes de mirar
hacia atrás, ni tampoco hacia adelante, hacia atrás para no volver a caer en el
error, y adelante para tener tu meta presente y encontrarla cada día; mira al
cielo, mira tu mano y dime ¿en que se parecen?
Paz inverencial.